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miércoles, 3 de junio de 2009

Consumación©

Cuando haga frío o llueva, o los rayos de un sol radiante iluminen, o el tenue titubeo de una estrella mire, estarás en mí…
Costarán inmensos momentos, elevadas montañas, íntimos mares, olvidarte…
No creo llegue ese preciso minuto, pero debo hacer que suceda.
He leído todo se desvanece, deja de existir. ¿Podré olvidarte…?
Todo pasa, es cierto, como el río arrastra a su paso los deshechos, el mar profundo e invencible las distintas especie, el viento huracanado gajos, siembras, seres…
Yo estaré sola, miraré si llegas, imaginaré tu llamada, tenerte a mi lado…
¿Te he tenido? ¿Has tocado mis manos? ¿Acaricié tu rostro cansado? ¿Besé tus labios y tu sien…?
Necesito hablar; lo estoy haciendo…
Desfallezco al intento. Nadie es culpable. Ni tú, ni yo, ni la vida. Es como cuando sale el sol, del cuál he tomado los rayos que te obsequié. La bolsa de caricias y besos que llevas contigo, dando a quien está a tu lado…
No me tengas pena. Deseo guardes mi recuerdo tal una luz luces débil, tímida, opaca, imborrable…
Quiero quedarme en tu mente como una ingenua niña enamorada; la que cree en milagros minúsculos, simples, utópicos…
Jamás dejaré que vuelvas. El sendero se bifurca, nos hemos dado cuenta…
Cuando tomes un trocito de luz, el primero de la mañana, piensa en mí…si cae la fina llovizna en tu rostro seré yo besándote… si los besos se escapan libres, auténticos, sinceros, repártelos…
Si escuchas un sonido suave, como de alas al viento, estaré susurrándote, atrévete a guardarme junto al corazón, estaré allí…
Cada tiempo es el que lo hacemos nuestro. Cada momento efímero, doliente, real, es mío.
Los saludos diarios repicarán como campanas por un lapso, clima, espacio, quién sabe cuánto…
No me pondré límites en olvidarte. Tal vez no llegue ese tiempo. Quizás pueda… lo dejo al albedrío del corazón…
¡Cuánto amor desparramado como hojas de otoño! Hoy comienzo a juntarlas.
Cuando me recuerdes hazlo con la calma que sobreviene a la tempestad, con la utopía de amante sin medidas…
Lograré hacer que mi mente te ignore; jamás sabrás si te pienso, te nombro, te deseo… limitaré mis angustias y anhelos…¡Ah! Te pido algo, deja que los rayitos que recogí para ti iluminen tu camino…los besos están en tu costado, en tus palmas, en tus labios, en todo tu ser.

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